El peso colombiano en los últimos días ha sufrido una fuerte caída frente al dólar en medio de una compleja situación económica en el mundo, con miras a una posible recesión en EE.UU. en el año 2023. Es por eso que hoy se ubica como la séptima moneda más devaluada en el mundo y entre los factores que la afectan está la subida de tasas de interés impulsadas por los bancos centrales para controlar la inflación.
El día miércoles el peso volvió a caer a un mínimo histórico y alcanzó un máximo de $4.859, en medio de la incertidumbre que también hay en el mercado nacional, esto generó adicionalmente que los bonos colombianos en pesos locales con vencimiento 2031 cayeran, elevando el rendimiento en 15 puntos básicos a 14,32%.
Asimismo, el precio del peso colombiano se ha depreciado un -14,10% en el último semestre; ocupando el séptimo puesto en el ranking, después del dólar surinamés con un “21,23%”, el leone de Sierra Leona “20,68%”; la grivna ucraniana “20,39%”, y el peso argentino “-18,24%”.
En el plano local entre los mayores temores de los inversionistas está la incertidumbre política que ha generado el nuevo gobierno en el país sobre poner fin a nuevas exploraciones petroleras y de gas natural, que no se ha logrado calmar, pese a que incluso el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, se ha pronunciado frente a esta problemática en un intento por tranquilizar a los inversionistas.
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